Los delitos financieros roban 3,2 billones de euros a la economía mundial

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Desafortunadamente, los delitos financieros siguen siendo un problema que impacta negativamente en la economía mundial.

En diferentes partes del planeta existen paraísos fiscales, que atraen a personas con dudosas intenciones en busca de beneficios fiscales.

Además, utilizan paraísos para almacenar dinero resultante de delitos financieros. Lo cual impacta la economía mundial y desencadena una serie de consecuencias indeseables.

Además de aumentar la desigualdad financiera, los delitos financieros son responsables de cobrar vidas cada año.

Delitos financieros: comprenda el escenario

Cada día se cometen miles de delitos financieros en todo el mundo. Gobiernos corruptos, ladrones, narcotraficantes, traficantes de personas y una serie de delincuentes más recurren a paraísos fiscales para dar apariencia de legalidad a sus recursos.

Además, los delitos financieros traen graves problemas. Después de todo, algunos delitos son perjudiciales para todos en el mundo: como es el caso de la tala ilegal.

La extracción ilegal de piedras preciosas mata cada año a innumerables mineros en todo el mundo. Los delitos menores cobran víctimas mortales todos los días en países como Brasil, que tiene altas tasas de delitos como el robo de teléfonos móviles que terminan en asesinato.

Todos los delitos financieros alrededor del mundo hacen girar el dinero, generando una economía paralela que tiene un costo promedio de 3,5 billones de dólares. Sí, el valor es mayor que el PIB del Reino Unido.

El cálculo fue realizado por la consultora EY, que se dedicó a comprender la circulación de capitales ilegales en todo el mundo.

Sin duda, una misión casi imposible que requiere trabajar con algunas estimaciones. Después de todo, muchos crímenes pasan desapercibidos incluso para los ojos más atentos.

Ataques cibernéticos: los delitos financieros en el punto de mira

Uno de los delitos financieros que sigue llamando la atención en todos los países en los últimos años son los ciberataques llevados a cabo por piratas informáticos que quieren invadir los sistemas bancarios y de fondos de inversión.

Actualmente, instituciones de renombre como Goldman y Sachs gastan billones de dólares en seguridad digital para evitar que los piratas informáticos acarree pérdidas incalculables a sus operaciones.

Después de todo, cuando se trata de una institución financiera, la empresa en realidad está vendiendo credibilidad a sus clientes.

Por tanto, una invasión hacker es uno de los peores escenarios a los que se puede enfrentar una empresa financiera. Precisamente por el daño a la imagen, además de toda la pérdida económica.

Según el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, las instituciones financieras de todo el mundo destinan diariamente aproximadamente 214 millones de dólares para protegerse.

Una inversión que podría realizarse en otros ámbitos, si existiera una legislación más estricta para combatir las acciones criminales en el mercado digital.

Una legislación más estricta podría frenar las acciones criminales, haciendo que los delitos financieros sean menos interesantes a los ojos de los piratas informáticos.

Avance de la legislación global para contener los delitos financieros

Precisamente porque se trata de una cuestión muy importante para la seguridad del dinero y de las instituciones en todo el mundo, muchos países están invirtiendo en mejorar su propia legislación.

El hecho es que la tecnología ha avanzado rápidamente y la legislación de los países no ha seguido el ritmo. La burocracia para aprobar una Ley que proteja a la población y a las instituciones de los delitos financieros termina favoreciendo a quienes desean actuar criminalmente.

Por ello, es fundamental que la sociedad en su conjunto reflexione sobre la situación, para evitar un escenario que siga siendo cada vez más propicio para el accionar de los delincuentes.

Paraísos fiscales que acogen a quienes cometen delitos financieros

En todo el mundo existen famosos paraísos fiscales, como las Bahamas, que acogen a delincuentes que cometen delitos financieros.

La existencia de paraísos fiscales es uno de los facilitadores para que se cometan delitos. Ya que es fácil para los delincuentes aprovechar las lagunas del sistema y cometer irregularidades, contando con la posibilidad de transferir dinero a paraísos fiscales.

Es seductora la idea de realizar una estafa y salir del país antes de ser descubierto, llevando todo el dinero resultante de los delitos financieros a un país que favorecerá su entrada.

Al fin y al cabo, hasta que se descubre la situación y el delito prevé algún tipo de sanción, el delincuente ya ha pasado por buenos momentos.

Además, dependiendo de la sofisticación del sistema, se necesitarán muchos años para que el criminal sea verdaderamente castigado.

Las leyes de algunos países están llenas de lagunas, lo que significa que la pena que debe asumir el delincuente ni siquiera genera miedo a cometer delitos financieros.

Mucho más allá de los delitos virtuales: delitos que impactan el medio ambiente

Obviamente, todos los delitos financieros cometidos son perjudiciales para las partes perjudicadas en el proceso.

Teniendo en cuenta que muchas personas lo pierden todo cuando caen en sistemas piramidales financieros, por ejemplo.

Además, cada día se pierden muchas vidas en robos en todo el mundo. Sin embargo, la tercera actividad criminal más grande a nivel mundial es el tráfico de madera y la minería ilegal.

Por tanto, se trata de actividades que, además de catalogarse como delitos financieros importantes, tienen un importante impacto ambiental.

Y esto es muy perjudicial no sólo para la población local, donde se lleva a cabo la extracción ilegal, sino también para todo el mundo.

La tala de árboles, la minería ilegal y una serie de otros delitos ambientales generan daños irreparables más allá del lugar que se explora.

Al reducir un bosque a la mitad se cambia la temperatura de toda la región, además de cambiar el ciclo de lluvias y una serie de daños causados ​​por la acción criminal.

Por lo tanto, es muy importante que todas las instituciones se unan en un pacto para combatir los delitos financieros. Para que el mundo pueda beneficiarse de acciones estratégicas que eviten facilitar la vida cotidiana de los delincuentes.

Lucha contra la delincuencia y el blanqueo de capitales: fundamental para la sociedad

En vista de todo lo mencionado, es de suma importancia que las organizaciones de cada país adopten todas las medidas posibles para combatir el crimen organizado.

Ya que el blanqueo de capitales en paraísos fiscales requiere de una serie de trámites. Por tanto, no es algo sencillo y algo que pueda hacer cualquier delincuente.

Para que los delitos financieros dejen de provocar que el dinero fluya desde instituciones honestas, se necesita un grupo de trabajo entre diferentes países que trabaje para combatir el crimen.

Las organizaciones criminales emplean a personas educadas, como abogados, contadores y profesionales, que realmente contribuyen a encubrir los crímenes cometidos por la organización.

De esta manera, es posible tener una fachada de integridad, asegurando que los movimientos sigan funcionando normalmente, incluso si afectan negativamente a miles de vidas.

El crimen organizado sigue existiendo a nivel internacional debido a una serie de factores. Como algunos países que se benefician, comprando madera ilegal, piedras preciosas ilegales e incluso incursionando en el tráfico de drogas, trata de personas y otros delitos.

Aunque son actividades ilegales e inmorales, son actividades rentables que impulsan la economía mundial y benefician a los poderosos.

Desafortunadamente, esta es la conclusión a la que llegan todas las instituciones serias, al darse cuenta de que incluso cuando se enfrentan a esquemas de lavado de dinero no tan sofisticados, los organismos competentes cierran los ojos y continúan dejando que el crimen organizado tenga ventaja.

Sin el apoyo de instituciones que deberían frenar los delitos, sería mucho más difícil la situación de existir y mover tanto dinero cada año en todo el mundo.

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